Flor de mujer de Aura Marina Castañeda Sagastume

«Una oda a la musicalidad, al colorido, a la luz, a la belleza de la naturaleza y al canto de la poesía. Es una gama de sinestesia que embruja al lector, no sólo con la sensibilidad y la fuerza semántica de los versos, sino que también con el juego de emociones y sentimientos, nacidos del enlace lector con la imaginación y su formación literaria. No hay mínima duda que Aura Marina nutrió su formación poética con la lírica del Romanticismo, movimiento literario que convirtió en remolinos pasionales los idilios ocultos de incontables bardos y musas, y de ahí que llegan todavía a nuestras manos los remanentes de una exquisitez sentimental convertida en versos, con el título Flor de mujer. Nos presenta nuestra poetisa, la honda intensidad emotiva de su sentimiento amoroso, por la apasionada y melancólica desolación de su intimidad espiritual y la levedad misteriosa e inefable intuición lírica. La poesía dentro de la Literatura Guatemalteca se enriquece con la producción estética de Aura Marina. Hay en cada palabra la magia del verso para el deleite espiritual, así como la luz embellecedora de la pupila que descubre la grandeza del lirismo.»
Lizardo Porras (autor del prólogo).

Aura Marina Castañeda Sagastume
Nació en la ciudad de Escuintla en Guatemala. Desde los 4 años de edad demostró su interés por la literatura y la poesía. Desde los años de la primaria y secundaria fue ganadora de varios premios estudiantiles, en las ramas de oratoria, declamación y poesía. Se graduó de Maestra de Educación Primaria en el Instituto de Señoritas Belén, así como de Maestra de Párvulos de la Escuela de Maestras para Párvulos ambos en la Ciudad de Guatemala. Se desarrollo como ejecutiva, directora y gerente en empresas dedicadas a la industria editorial. Obtuvo importantes reconocimientos en esta materia tanto a nivel nacional como internacional. Su trabajo se caracterizó por la inclusión de la mujer en puestos destacados, se preocupó en brindar oportunidades a madres solteras, viudas y divorciadas desde los años 70, época caracterizada por el rechazo de estos perfiles; También, brindó oportunidades a personas de la tercera edad, siendo muy firme en la búsqueda de la igualdad de derechos. Su mayor pasión siempre fue la literatura, en particular la poesía. También se ha desarrollado en el campo del periodismo de opinión, escribiendo desde los dieciséis años en los diarios Flash de Hoy, El Periódico y La Hora. Fue reconocida como “Madre Símbolo 1971” al crear una campaña de sensibilización para encontrar a su hija secuestrada, dicha campaña dio como resultado el aparecimiento de su pequeña hija de dos años. Actualmente reside en la ciudad de Guatemala, en donde se dedica de lleno a las letras.