Hay en 2666 una floritura carnívora.

Publicada póstumamente en 2003, asistimos pues, entre el maquillaje del horror y lo desorbitante de su extensión, a una oda a la inenarrable perversidad humana. Divida en cinco partes, se nos cartografía las venas atrofiadas de una ciudad en México, fronteriza con Estados Unidos, llamada Santa Teresa cuyo diario comportamiento se concentra, como un rayo de sol a través de una lupa, en la abyección de los feminicidios que allí se suceden con gula. La primera parte ahonda en la vida de cuatro críticos literarios, obsesionados con un escritor prusiano de nombre Benno Von Archimboldi.

La segunda narra las aflicciones pesimistas de Amalfitano, un alicaído profesor universitario que se muda de Barcelona a Santa Teresa con su hija Rosa. Seguidamente se nos presentan las vicisitudes de Oscar Fate, periodista afroamericano de corte social, que es enviado a cubrir la nota de un duelo pugilístico a la ciudad desértica. Después, sin demérito de academicismos médicos, nos internamos en los informes necrológicos de más de 200 mujeres, junto con las investigaciones infértiles por esclarecerlos de la policía. Culminando hayamos una biografía en miniatura de Benno Von Archimboldi, desde las ocupaciones de sus padres y sus inicios como escritor.