La CICIG (Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala) adquirió un inusitado protagonismo durante los 12 años que permaneció en el país. Concebida como un ente de apoyo y asesoría a las instituciones locales se convirtió pronto, sin embargo, en un poderoso factor de la política guatemalteca. El movimiento cívico de 2015 la hizo gozar de amplia aceptación y prestigio pero, cuatro años después, se canceló su mandato, sin que la medida suscitara más que débiles resistencias.
¿Por qué ocurrió esto? A esa, y a otras preguntas, responde Carlos Sabino con la maestría y la ecuanimidad que lo caracterizan: ¿Cómo actuó esta Comisión, concebida como un experimento internacional, durante los muchos años que estuvo en Guatemala? ¿Se extralimitó en sus funciones? ¿Había algún designio escondido detrás de sus acciones?