Nunca como ahora se ha editado tanto en este país. Sin embargo, los proyectos editoriales contemporáneos deben reconocer que no han inventado nada, que vienen de una tradición.
¿Cuál es el carácter de esa tradición? ¿Cómo la historia guatemalteca ha ido moldeando ese carácter?¿Por qué no existe una historiografía de la edición en Guatemala? ¿Por qué esta es una actividad llena de cabos sueltos? ¿Por qué no existen continuidades? Y si existen, ¿por qué no las reconocemos?
Independencia, autogestión, trabajo desde los márgenes de la cultura oficial, permanencia a pesar de la hostilidad, la indiferencia y la violencia del contexto; eso define en gran medida el ejercicio de hacer libros en Guatemala. Por eso, hacer un recorrido a través de los proyectos editoriales y los libros que le han dado cuerpo a las palabras en este territorio, quizá tenga algo que decirnos sobre nuestra nuestra relación con la memoria, sobre nuestras identidades en formación.