La escritora mexicana Guadalupe Nettel ahonda en el tema de la maternidad para plantearnos distintas perspectivas sobre la misma, desde la experiencia de tres mujeres, Laura, Alina y Doris. Es una novela que nos plantea la importancia de los vínculos de amor y amistad que se tejen entre estas protagonistas, sus vidas y miedos, sobre su papel como mujer en una sociedad que impone sobre sus decisiones y sus cuerpos, apostando a la amistad femenina como red de contención. 

 

—¿Y tú Laura? —me preguntó con expresión seria y a la vez desinhibida por el vino—.

¿Cuándo vas a tener un hijo? 

Como de costumbre no preguntó, no preguntó «¿piensas tener un hijo?», sino «¿cuándo vas a tener un hijo?» 

 

Cabe mencionar que Nettel ha escrito sobre el tema relación madres e hijos en cuentos como El matrimonio de los peces rojos y novelas como El cuerpo en el que nací y El huésped, es precisamente en La hija única que se cuestiona sobre las incertidumbres, las alegrías y angustias que origina la maternidad. La trama de La hija única está basada en una experiencia real que la autora decide novelar, lo cual se aclara en el epígrafe inicial del libro, este testimonio se incluye en la historia de Alina, permitiéndole a la autora inventar y acoger esta historia con la libertad de hacerla ficción. Laura es la narradora, es ella quien nos da a conocer las distintas historias que se van desarrollando en la novela. Laura, un personaje entrañable y quien desde el principio nos deja claro su decisión de no tener hijos, decisión que la ha llevado a ser cuestionada por su madre en varias ocasiones, y misma que tomó desde joven y que comparte con su amiga Alina. La amistad entre ellas sufre cambios cuando Laura se entera que Alina está en búsqueda de un hijo con el propósito de vivir la experiencia de la maternidad. Como con cualquier cambio, Laura se siente temerosa y decepcionada, se siente alejada de su amiga y traicionada en cuanto a sus certezas, finalmente acepta estas diferencias en sus estilos de vida. Es en el octavo mes de embarazo, que le anuncian a Alina y su pareja que el bebé que se está gestando no vivirá, debido a un grave problema de desarrollo por lo que les recomiendan prepararse para lo peor. Paralelo a esto, Doris la vecina de Laura se debate entre su estabilidad mental y la crianza de su pequeño hijo. Laura no puede evitar escuchar las peleas diarias en las que ambos se enredan entre insultos, gritos y llanto. En ambas historias ¿Cómo saber manejar la situación? ¿Cómo prepararse para la vida y muerte de un hijo? ¿Qué se debe hacer? 

 

Ninguna mujer que vuelve a casa después de parir a su primer hijo retoma su vida anterior, mucho menos en esas circunstancias. La maternidad cambia la existencia para siempre. 

 

Construyendo un triángulo de personajes femeninos, cada una de estas mujeres con sus historia representan la complejidad que conllevan los lazos maternales: la maternidad en sus facetas extremas, como una carga insoportable e incontrolable, una maternidad no deseada (Doris), como la búsqueda de una estabilidad, de proveer y criar, una maternidad planificada y deseada (Alina). Laura acompaña a ambas mujeres en el proceso de reconocerse madres, con sus miedos y dudas, con sus alegrías y certezas, nada está escrito y no habrá nada en este mundo que nos prepare para el abismo que es la maternidad en una sociedad exigente que espera que las mujeres sepan por instinto que hacer con total seguridad. Guadalupe Nettel no pretende responder aquellas preguntas que como mujeres nos hacemos en cuanto a la maternidad, más bien, cuestiona con esa voz tan única, fuerte y dulce, con palabras precisas y referencias de escritoras feministas como Vivian Gornick y Rita Segato. Una novela honesta y conmovedora sobre las diversas formas que puede tomar la familia en el mundo actual, una novela que es difícil de olvidar.