El documental que se estrenó en 2012 y que recuerda los atentados a los buses urbanos, resaltando el de Ciudad Quetzal en 2010, cuenta una historia que une las distintas perspectivas de una realidad.

Es impresionante conocer esta otra realidad, donde el personaje principal es La camioneta. Pero la historia de este personaje singular es contada por todas las personas con las que La camioneta entra en contacto. Desde la persona que la vende, quien la transporta hasta Guatemala, el que la compra, quien la pinta, los usuarios.


¿Qué significa una camioneta para ese niño que desde los 13 años quería una?
¿Para un extorsionista? ¿Para un usuario?
Un sueño de superación, un cobro mensual, un medio de transporte.

Y aunque queda mucho por profundizar, el documental nos da la versión fuera de nuestra percepción individual de lo que representa tal transporte.
¿Acaso no somos todos «parte del mismo viaje» en algún momento, por un tiempo?