Un par de frases que nos llamaron la atención en La diplomacia del ingenio (De Montaigne a La Fontaine) de Marc Fumaroli.

Por eso la educación, si bien se supone que debe preparar a los ciudadanos a la vida política, tiene primero que dar entrada a las Musas, las cuales, a su vez, preparan a la vida auténtica, la del ocio y el placer.

No es pues en las técnicas donde hay que buscar la frontera entre literatura y no literatura, sino en uso para fines activos o contemplativos y en la diferencia de orden que separa la palabra para actuar y la palabra que «da a ver», reposadamente, todas las facetas de la acción y del reposo. De un lado, la astucia de Ulises; del otro, su llanto.