por Javier Payeras*

Curiosidad de lector:
¿Cabe la posibilidad de que estemos iniciando la época de novelas impresas en formato “Temporada completa” como los devedés?

Pienso esto porque la novela Kafka en la Orilla de Haruki Murakami se asemeja a esas series de televisión que llevan con indulgencia el marbete de “ciencia ficción/suspenso” en  las estanterías de los Blockbuster. Este player de la novela japonesa de gran formato le da forma literaria a una generación ávida de este tipo de arrebatos místicos de gran audiencia. La diferencia es que sus relatos suceden sin atravesar por el lamentable atajo de la censura televisiva y  en los rupestres caracteres en blanco y negro de la imprenta, sin efectos especiales.

Murakami nos resalta un Japón muy contemporáneo, subrayando en cada página su interés por la concentración occidental de sus ciudades, en total contraposición a la imagen imperial y distante que nos grabó su literatura y cine canónicos. Pareciera que el novelista se ha obsesionado por dejar bien crucificada esa postal del pasado. Así cobra relevancia lo imprevisto cuando muestra al lector un país de Fast food  y de gorras de béisbol que no  tienen nada que envidiar al peor suburbio de Los Angeles o a cualquier asqueroso simulacro de down town latinoamericano. A pesar (aunque) la intención visible del autor es occidentalizar sus historias, siempre se cuela aquello tan nipón  a través de estampas y rituales perfectamente encajables dentro de un grabado cultural.

En cuanto a la novela, me parece que Murakami es un narrador fácil de absorber. Un novelista que fluye magistralmente en la descripción y en la construcción de su visión narrativa, aunque yo desgraciadamente lo tuviera que leer en castellano y tragándome todas esas remarcadas expresiones peninsulares de su traductora. Sin embargo sus personajes -un chico de 15 años que escapa de su casa huyendo de un designio edípico, un anciano con retraso mental que habla con los gatos y un adolescente transgénero que cuida una biblioteca- tienden a parecer modelados a la medida justa de un lector promedio. Más resueltos me parecen sus personajes secundarios que deben sujetarse a los caprichos de una base argumental abundante en retratos oníricos y fragmentarios.

La estructura de Kafka en la Orilla está dividida en dos planos. Uno donde un narrador describe la acción directa y  otro donde todo está sujeto a una crónica personal de los acontecimientos. Sinceramente me parece mucho más creíble el primero, la voz omnisciente. Me imagino que para un autor de sesenta años debe ser muy difícil describir el mundo a partir del prisma de un adolescente (Kafka Tamura) que se confronta con el fantasma de un padre patológico en un mundo desmontable y abierto a partir de la sobre-estimulación sexual e informativa que obsesiona a los chicos de la década del dosmil. Más pareciera como si a través de este narrador post-púber Murakami liberara su apetito de vigencia externa desde un Japón conocido por los vulgares occidentales únicamente por sus  Samurais-manga, las geishas en noveletas vagres y el sake que sirven en la food court de un centro comercial.

Desde esta orilla Kafkiana llamada Latinoamérica, este ladrillo metafórico de 800 páginas nos proporciona un formidable referente de la narrativa que se está escribiendo fuera de Europa, esa que introduce a la periferia literaria dentro del mundo editorial globalizado y las apetencias temáticas vigentes que lindan entre el exotismo misterioso holliwoodense muy a lo M. Night  Shyamalan y un virtuoso ejercicio de literatura profesional para lectores ávidos de historias cautivantes y altamente sofisticadas.

Otros títulos de este autor: La caza del carnero salvaje, Norwegian wood (Tokio Blues), Sauce ciego, mujer dormida y Sputnik, mi amor.

Kafka en la Orilla
Haruki Murakami
2002
Editorial Tusquets
714 páginas

* Javier Payeras (Ciudad de Guatemala, 1974) es poeta, novelista y ensayista guatemalteco. Es uno de los escritores que surgieron después del conflicto armado interno y forma parte de la llamada «Generación de Posguerra» que tuvo como punto de confluencia la Editorial X.
A partir del año 1998 se incorpora al movimiento emergente llamado Casa Bizarra, un proyecto de artistas jóvenes que introducen un híbrido de corte urbano y manifiesta discomplacencia con las tendencias artísticas comprometidas políticamente durante el conflicto armado interno en Guatemala.
Incansable promotor cultural, fue coordinador del festival Octubre azul en el año 2000, director de la Fundación Colloquia de Arte Contemporaneo y curador del Proyecto Crea del Ministerio de Cultura de Guatemala. Actualmente es uno de los organizadores y gestores culturales más importantes de Centro América.
Fue incluido en el Diccionario de Autores y Críticos Guatemaltecos escrito por Francisco Alejandro Méndez.
Reseña biográfica de wikipedia.
Se puede seguir a Javier Payeras en:
http://javierpayeras.blogspot.com/
http://soledadbrother.blogspot.com/