Oswaldo Hernández ha escrito para ElPeriódico un reportaje sobre nuestro traslado a Plaza Fontabella, que dicho diario ha publicado hoy. En la foto, que aparece en portada, los incansables Marlon Guerra y Víctor Pivaral descargan y colocan cajas y cajas de libros. Fueron cinco intensos y agotadores días de traslado durante los que todos trabajamos a ratos como hormigas y a ratos como bueyes para dejar SOPHOS listo para recibirlos a ustedes.

En los próximos días tendremos un tiempecito para contarles más detalles, pero aprovechamos para anunciar a todos que ¡ya hemos abierto! y que están todos bienvenidos a la inauguración de mañana, a cualquiera o todos los eventos que tenemos preparados.

Quedamos, como siempre, muy agradecidos con ElPeriódico por la atención que se le presta a SOPHOS y esperamos verlos a todos mañana.

Les dejamos la transcripción del artículo de Oswaldo:

Sophos renovado

De forma oficial, la librería Sophos inaugura mañana sus nuevas y amplias instalaciones.

Por: Oswaldo J. Hernández

Entre una polvareda, repiques de martillos, el ruido sempiterno de una mezcladora de cemento en la distancia… en fin, las circunstancias típicas de una obra en construcción, Philippe Hunziker, el empresario que apuesta por el mundo de los libros, se mueve en el interior de la estructura de lo que será el nuevo centro de operaciones de la librería Sophos.

Hunziker decidió trasladar Sophos al nuevo centro comercial Plaza Fontabella, de estilo clásico mediterráneo, ubicado en 4a. avenida 12-59, zona 10. La inauguración de Sophos renovado corresponderá mañana, a partir de las 10:00 horas, aunque la librería está en funcionamiento desde el 5 de noviembre.

Existen varios factores importantes para el traslado de lo que se ha convertido en una de las librerías favoritas de un grupo variado y exigente de lectores en Guatemala. Hunziker los explica al observar, muy atento, el proceso de construcción y últimos retoques de la nueva librería. Parece poco estresado, en definitiva: bastante tranquilo. Sin embargo, lo primero que confiesa es estar inquieto mientras se mueve entre los nuevos escaparates con los libros recién ubicados; frota y enseña las manos un poco despellejadas por la exigente labor de coordinación.

Evolución y espacio

Sophos, dice Hunziker, tiene cerca de 10 años de existir en el mismo lugar. Inició como un pequeño negocio familiar. La librería ha evolucionado desde ser un pequeño espacio, hasta contar, poco a poco, con miles y miles de títulos disponibles entre sus escaparates, incluso una barra/cafetería con ambiente literario que ofrece un menú diverso. Además, la librería también realiza distintas actividades culturales cada semana. En sus instalaciones se han llevado a cabo talleres de escritura, presentaciones de libros, lecturas de poesía, proyecciones de películas, foros de discusión orientados a un público general. La librería ha tenido un éxito significativo. Y Hunziker está al tanto de ello.
Una de las dificultades que presentó el crecimiento de la librería, es el tema del acceso en general. Otro de los factores es el espacio con que Sophos cuenta para almacenar centenares de libros.

“Traíamos libros y más libros, contactábamos editoriales y editoriales; pero el espacio iba reduciéndose”, comenta Hunziker esquivando a varios obreros sudorosos que cargan una enorme escalera.

El nuevo local ocupa un espacio de 800 metros cuadrados. Se ubica en un segundo nivel y existe comodidad al moverse de un sitio a otro. La temática que maneja el nuevo Sophos sigue siendo congruente con la que trabajó tantos años en su antigua dirección: “Una librería relativamente pequeña, de barrio y de alguna manera acogedora, sólo que en un espacio mucho más grande”, indica Hunziker al caminar por cada uno de los ambientes que pronto se dedicarán por completo al terreno de los libros.

El mismo Sophos

Sophos cuenta ahora con tres terrazas en las que se podrá tomar un café o pasar un rato agradable de lectura o desarrollar cualquier tipo de actividad cultural. Algo importante, en lo que hace énfasis Hunziker, es que en el interior de la nueva librería se establecerá un salón de conferencias que funcionará de modo independiente de los horarios normales de atención. “Manejar estos nuevos espacios, además de la librería, nos da la oportunidad de tener cierta flexibilidad en nuestros eventos. Pueden desarrollarse varias actividades simultáneamente y de modo independiente una de la otra.

Sophos sigue siendo exactamente lo mismo, sólo que más grande y mejor”, explica Hunziker mientras supervisa la instalación del aire acondicionado, del sonido y la iluminación.

En cuanto a los libros, a diferencia del antiguo Sophos, cada una de sus secciones estará debidamente identificada (región, autor, editorial, tema). El lector encontrará orientación inmediata al momento de su búsqueda. No obstante, la librería seguirá proponiendo la curiosidad en los lectores y los invitará a explorar por su propia cuenta cada uno de los espacios que proponen las nuevas instalaciones de la librería Sophos.

Traslado y Apertura

Hunziker, medita y toma consciencia de lo que ha significado el gigantesco traslado “el primer evento traumático para toda esta traslación, fue cerrar; cerramos varios días y comenzamos a empacar todos los libros”, dice. Sophos cerró desde el pasado 30 de octubre y empezó a trabajar desde el 5 de noviembre en Plaza Fontabella. Como parte de la inauguración oficial, la librería tendrá distintas actividades a partir de las 10:00 horas, con lecturas para niños, un foro de discusión a las 14:30 horas, y un concierto de Capela Cantorum a las 18:00 horas.