sophos en filgua 2008

sophos en filgua 2008

Acaba de terminar la FILGUA, esa fiesta que, hasta esta edición cada dos años, y a partir de ahora anualmente, acerca a los guatemaltecos a una muestra bastante amplia de lo que se puede leer en Guatemala.

Recalco sin embargo que no es más que una muestra, que los libros que los lectores pueden comprar en Guatemala no caben en el recinto que ocupamos (ya 50% más grande que el de 2006).

SOPHOS llevó unos 1,500 títulos (lo que cabía) de más de 15,000 que ofrecemos en la librería y estoy seguro que lo mismo pasa con Artemis, con el IGA, con DeMuseo, etc…

Quiero con esto abordar el tema del acceso a los libros y a la lectura, por dos razones.

Espada en Sophos Filgua (foto<i> Estuardo Diéguez</i>)

Espada en Sophos Filgua (foto Estuardo Diéguez)

La primera es la promesa que hizo durante la inauguración de la FILGUA el vice-presidente Espada de eliminar el IVA en los libros. Por supuesto, dudamos todos del realismo de esta propuesta, pero casi todos los involucrados en la cadena del libro alaban la iniciativa, por la que de hecho se ha venido clamando desde el sector desde hace años. Más que la factibilidad de que tal iniciativa llegue a buen término, creo que ha entusiasmado la atención que el sector y sus problemas han recibido de parte del alto nivel del ejecutivo.

Aunque luego no pase nada.

descuentos en filgua

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La segunda es la expectativa que la FILGUA genera. Como evidencia el artículo de hoy de Alejandro Urízar en ElPeriódico (y los comentarios de sus lectores), entre otras recientes intervenciones en medios, los guatemaltecos esperan que en los 10 días que dura la feria podrán adquirir los libros que han quedado fuera de su alcance durante todo el año. Y tienen razón de esperar condiciones muy favorables: para eso son las ferias.

El punto que quiero hacer tiene que ver con el acceso. Acceso a los libros por un lado, y acceso a la lectura, por el otro, porque no son la misma cosa.

Como he dicho antes, un lector no se hace en una librería. Se hace en una biblioteca. Querer favorecer el acceso a la lectura a través de la venta de libros más baratos es (la comparación me da escalofríos y adelanto mis disculpas) como querer resuscitar a los infantes que han enfermado y muerto por condiciones de vida miserables e insalubres, con medicinas baratas. Las medicinas baratas se agradecen siempre, pero lo crucial es que lleguen a tiempo. Los libros baratos se agradecen y deberían favorecerse siempre, pero lo importante es que los lectores en formación (para quien lo único accesible es lo gratuito) adquieran el hábito de la lectura antes de que pierdan interés y capacidad.

De ahí viene mi propuesta (contra-intuitiva si se quiere) de no eliminar el IVA de los libros, sino más bien destinar este IVA a abastecer bibliotecas públicas. Desde la perspectiva estricta de mi negocio, en el corto plazo, la reducción de los precios de los libros en poco más de 10% sería seguramente favorable. Apuesto, sin embargo, a que en el largo plazo, favorecerá más a la salud lectora de este país (y de cualquier país) una sana red de bibliotecas públicas que una reducción de 10% en los precios de los libros.

Al plantear el tema (y los problemas) de los libros, la educación y la cultura, creo que vale la pena abstraerse de las soluciones hechas y revisar más profundamente las causas de lo que nos aflige.

Si alguien tiene otras ideas, compártalas por favor.