el lectorSi la lectura es un acto de amor, la lectura en voz alta es la más perfecta manifestación de dicho acto. Muchos autores son conscientes de este fenómeno, saben que sus palabras poseen sonidos, cuerpos, voces propias y las celebran. Cornelia Funke le otorga el poder mágico de traer a la vida a personajes de cuentos a un restaurador de libros y a su hija cuando leen en voz alta en Corazón de tinta. Daniel Pennac sabe que la lectura en voz alta es la mejor manera de contagiar el amor por los libros. Bernhard Schlink la convierte en el vínculo que une a dos personas para toda la vida.Si bien en El lector se narra una historia de vida, ésta es también una historia de amor. No quiero decir que sea una de esas historias románticas en que al final los amantes viven felices para siempre jamás. Cuando Michael lee para Hanna crea para ella mundos a los cuales no podría acceder por sí misma, la ayuda a encontrar ventanas en una casa donde las puertas están cerradas para ella. Michael y Hanna no podrían funcionar como una pereja “normal” de manera práctica en el mundo, por suerte para ellos la lectura no tiene por qué ser práctica. Las parejas de los libros, los amantes, pasan siempre por una serie de dudas y conflictos. En esta historia los conflictos del pasado, las dudas existenciales y la repartición de culpas es importante para la trama; sin embargo, la lectura prevalece, el vínculo que une a dos personas absolutamente dispares, que los marca y hace que no se pierdan en lo superfluo de pláticas para pasar el tiempo.

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