sedaEl viaje se describe con una simplicidad extraordinaria: unos cuantos de miles de millas a caballo, varios países, montes y al final de la travesía, el fin del mundo. Nadie imaginaría que solo era cuestión de seguir en línea recta hasta dar con él.

En la historia, Hervé Joncour quien se dedica a comprar y vender gusanos de seda, tiene como misión viajar a Japón y llevar a su pueblo los preciados gusanos. Cuántos sueños podemos encontrar en un viaje que empieza de manera tan maravillosa, aún para un hombre que vivía su vida como quien ve llover.

Muchos se preguntan si este libro es un cuento largo o una novela corta, yo sólo sé que su prosa está trabajada de forma excepcional y que no le sobran palabras ni momentos, que los personajes siempre están en la frontera de lo onírico y lo tangible y que el mundo debe ser una aventura visto desde esos ojos.

Recomiendo Seda por su simpleza, por lo fluido de su narrativa, por lo hermoso de su historia.

Adelaida Loukota