historia silenciadaHace poco terminé de leer el tomo I (Revolución y liberación) de Guatemala, la historia silenciada (1944-1989). Antes de leerlo (de hecho, antes de que saliera a la venta) todo un halo de prejuicios rodeaba ya esta publicación del Fondo de Cultura Económica. Todo un halo de prejuicios, de hecho, sigue rodeándola.

Se publicaba lo que parecía ser una suerte de respuesta a la reciente traducción al castellano de La Esperanza Rota, de Piero Gleijeses. Carlos Sabino, libertario o neoliberal, según quien lo describa, tiene una trayectoria y un credo político definidos. No habría sorpresas: su recuento e interpretación de los años que abarca este tomo tendrían un sesgo más o menos opuesto al de Gleijeses. Dependiendo de quien se refería al libro (sin haberlo leído, por supuesto), se trataría de la largamente esperada rectificación histórica de la Revolución y la Liberación o de la historia reciente oficial según “la Marro”.

Sabino, en su introducción, se propone ofrecer una “versión equilibrada, coherente y en lo posible desapasionada de lo ocurrido en el país durante las últimas décadas”. Diré de plano que no creo que lo haya logrado y que, aunque la exposición de los hechos haya sido veraz, los énfasis y los enfoques, en ocasiones incluso el estilo narrativo, dan una visión parcial y sesgada del período estudiado. Tómese esto como una observación, más que como una crítica: puedo decir lo mismo del citado texto de Gleijeses.

Lo que sí ha logrado Sabino, y saludo esta publicación especialmente por eso, es contribuir a que la constelación de publicaciones sobre la época y el tema permita al lector construirse una versión propia más completa, “más equilibrada, coherente y desapasionada” de la historia reciente de Guatemala.

Está claro que mi lectura de La Esperanza Rota se ha vuelto más crítica a raíz de los datos proporcionado por Sabino, y de su particular enfoque. De la misma manera, el recuerdo de aquella lectura anterior contribuyó a una lectura cautelosa de esta nueva publicación.

Pero más que hacer un análisis de “la historia silenciada”, me parece interesante hacer un análisis de los comportamientos lectores en torno a este libro. Decía que la noticia de la publicación de “la historia silenciada” estuvo rodeada de prejuicios y que los prejuicios no se han desvanecido.esperanza rota

Ha sido interesante, y alentador, ver que, ambos libros han suscitado mucho interés del público lector: ambos han estado entre los más vendidos en SOPHOS en los meses posteriores a su publicación. Sin embargo, he notado con pesar que, en proporciones preocupantes, son lectores muy distintos los que compran La Esperanza Rota y los que compran La Historia Silenciada.

A pesar de que los guatemaltecos podemos permitirnos una lectura más completa de nuestra historia reciente, a partir de estas publicaciones (y de otras tantas importantes), la gran mayoría de nosotros prefiere seguir fortaleciendo los prejuicios que heredamos de años de incomunicación. Los compartimentos estancos, aunque más “leidos”, se hermetizan más y los diálogos se ensordecen todavía más.

Guatemala, la historia silenciada (tomo 1) es una lectura indispensable para comprender nuestro intento, hasta ahora fallido en tantos sentidos, de entrar a la modernidad. Tan indispensable es, por supuesto, como lo es la lectura de La Esperanza Rota, la del Ascenso de las Élites Industriales en Guatemala o la del tristemente agotado coup-de-force periodístico Intimidades del Proyecto Político de los Militares en Guatemala, por mencionar algunos de los más sonados.

Hagámonos todos un favor. Si usted leyó La Esperanza Rota, lea Guatemala, la historia silenciada, y después, envíenos sus impresiones. Si, por el contrario, es el libro de Sabino el que ya leyó usted, lea a Gleijeses y cuéntenos lo que piensa.