Todas las ciudades tienen su lado violento.  Sería inútil ocultarlo.  Sólo imaginemos un asalto.  Hace ya casi diez años que presencie un asalto bancario y fue una experiencia única que espero no repetir.  Porque es para quedarse perplejo y para actuar por el puro instinto de supervivencia.

plata quemadaAsí es esta historia.  Real.  Un asalto a un transporte de valores que sucedió en la Argentina y que culmina en Uruguay.  Ricardo Piglia escucha la historia de estos ladrones armados hasta los dientes.  Que deciden emprender una tarea peligrosa y que ya derrotados deciden jugarse el todo por el todo hasta la muerte.

Su primer manuscrito es de 1,969  aproximadamente, que escribe luego de realizar la investigación en los archivos de la policía y en los periódicos de la época.  Pero que es retomado casi treinta años después, lejos de los hechos y de cualquier apego emocional con la historia para narrarla lo más fiel posible.

Una novela sorprendente aunque sus personajes son raros y peligrosos.  Cuando se está cerca de los últimos capítulos, se cumple una identificación con los personajes.  Porque no les importa el dinero y retan a toda una sociedad quemándolo.  Después de eso la sociedad pide que se les condene a muerte.