Hace un año que se nos fue, y sin embargo, no nos deja. La Gaby está entre nosotros, en nuestros pensamientos y recuerdos, en cada libro que colocamos los libreros de SOPHOS (sí, en algunos más que en otros), en cada evento que hacemos (porque la poesía en SOPHOS, con ella, era cosa de cada día). Todos la extrañamos: sus amigos fieles, sus compañeros poetas, sus hermanos lectores, sus agradecidos clientes, su mamá, sus hermanos. Y para tenerla más cerca, casi tan cerca como quisiéramos, nos reunimos este sábado 24 de enero a leer algunas líneas que, lo sabemos, a ella le hubiera gustado escuchar.