En mi afán (nuevamente, debo decir) por encontrar aquellos textos literarios que marcan facetas en la historia de la literatura de Reino Unido, encontré hace algunos años un libro que presentaba los primeros rasgos del género que hoy conocemos como “Novela Policíaca”. El señor Wilkie Collins, originario de Londres, Inglaterra, publicó en el año 1868 “La Piedra Lunar” una novela intrigante, cautivadora, cómica, irónica de aire inesperado, voluminosa (672 páginas en algunas ediciones) pero fluida al leer; presentaba una historia narrada por diferentes personajes en donde Miss Rachel recibe como obsequio de su cumpleaños número dieciocho la gema hindú conocida como “Piedra Lunar” de manos del señor Franklin Blake, obsequio que Miss Rachel heredó de su difunto tío quien lo extrajo de la India durante el momento en que Reino Unido asentó colonias en dicho país, la noche del cumpleaños la gema desaparece misteriosamente, ahora el Sargento Cuff deberá determinar el paradero de la misma.

Me surgió la pregunta ¿cuál es el inicio de la novela policíaca? Primero comprendamos ciertos elementos: existen (entre la gran diversidad de géneros que pueda omitir) cuatro rubros que pueden confundir al lector, le explico brevemente, la Novela de Terror (que en mi parecer es en donde inician los demás géneros de que hablaré) es éste género por medio del cual el autor desea provocar al lector de forma intensa para despertar los miedos del mismo incluyendo en su narrativa elementos genéricos que puedan tener dicho efecto en muchos lectores distintos. La Novela de Suspenso/Misterio es el género que causa intriga al lector, aquí el autor mantiene en suspenso la trama de la historia no con el fin de provocar miedo sino de ser inesperado y lograr así que el clímax o final de la historia sea impactante. La Novela Policíaca tiene como personaje principal a un detective, policía, abogado, juez o periodista siendo el enfoque de la narración resolver un caso en determinado. Por otra parte la Novela Negra se enfoca en la violencia que exista dentro de la narración, teniendo como protagonista o narrador (mayormente) a la víctima o al victimario. Explicado esto, prosigamos.

El primer escritor en lograr dar forma a la novela policíaca era un maestro que dominó entre la diversidad de su obra los cuatro géneros de los que ya he hablado, para infortunio jamás se reconoció en su tiempo la creación del mismo, esto fue en Estados Unidos, el año era 1841, la publicación se tituló “The Murders In The Rue Morgue” y el escritor era Edgar Allan Poe; Nacido en Boston, el 19 de Enero de 1809, Poe había creado un personaje astuto, sagaz, inteligente, capaz de deducir a través de la observación y del análisis introspectivo, el detective Chevalier Auguste Dupin, quien usó para fines forenses el método deductivo antes que Sherlock Holmes. Para la época tuvo relativa aceptación, la descripción en la narrativa de Poe en cuanto a la resolución del caso es bastante descriptiva, rica y oronda incluso al punto del tedio, pero de buena calidad para ser el pionero del género, un valor literario que no recibiría sino hasta años después de la muerte del autor. Daremos un salto para volver a nuestro punto de partida.

En 1868 El señor Wilkie Collins, mejor amigo de Charles Dickens, publicó en el “All the Year Round” (periódico del que Dickens era editor y propietario) “La Piedra Lunar” donde el Sargento Cuff, un personaje de cabello gris, voz melancólica, dedos curvados como garras, delgado como si no tuviera carne en los huesos, fascinado por contemplar las rosas, debe develar el misterio de la desaparición de una joya cuyo valor monetario es asombrosamente inmenso, y es decir poco en comparación al valor espiritual. El señor Collins si bien desarrolla algunos elementos del género policíaco, no los convierte en el centro de su obra; La ironía, la comedia, los elementos inesperados y la naturaleza de cada personaje son en realidad el eje de su narración, por lo que incluso siendo pionero del género hace falta aún desarrollar las características que habrán de definir al mismo. En 1870 el señor Charles Dickens comienza a trabajar en su primer intento de novela policíaca al que titula “El Misterio de Edwin Drood” Sin embargo habría de fallecer y dejar su obra inconclusa, otros escritores se encargaron de terminar la misma basados en los borradores que dejó el señor Dickens tras fallecer el 9 de Junio de 1870.

En 1859, antes de las publicaciones mencionadas, estaría naciendo en Edimburgo el escritor que terminaría de forjar el género para darle un nombre y presencia en el mundo. El creador de Sherlock Holmes, Sir Arthur Conan Doyle, además de dejar un legado de novela histórica (El Brigadier Gerard) ficción y aventura (Las Aventuras del Profesor Challenger) y otros textos peculiares como “Relatos Desde el Cuadrilátero” transformó la novela policíaca creando al detective más reconocido de la historia. “Estudio en Escarlata” La primera novela que protagoniza Sherlock Holmes es publicada en 1887 y logra determinar los elementos en que debe basar el género. Uno de los detalles más particulares es que la descripción de los lugares que narra Doyle (En Londres) es tan exquisita que logra sumergir al lector al punto de palpar y ver cada calle y edificio con precisión, lo curioso de esto es que Doyle no era conocedor de los lugares, utilizaba la guía de direcciones para dar sentido y coherencia al traslado de sus personajes en sus relatos (Esto según el libro “Sherlock Holmes London” de Rose Shepherd).

A pesar de que el género policíaco ya estaba definido, aún tenía una fase para evolucionar, y más adelante, durante el año 1920 en Inglaterra se publica “The Mysterious Affair At Styles” de Agatha Christie, donde presenta al detective Hércules Poirot, un ex oficial de la policía belga, con capacidad para la resolución de casos criminales casi tan extraordinaria como sus bigotes. La influencia de Collins y Doyle se percibe, sin embargo y a diferencia de los anteriores, el detective de Christie resuelve casos relativos al asesinato, por lo que un nuevo elemento empieza a ser más notable en el género, la violencia y peculiaridad con que los crímenes se han cometido. Sherlock Holmes tomaba únicamente los casos de características extraordinarias, dentro de los cuales cabe decir, muy pocas veces ahondó en relación al asesinato. El Sargento Cuff, quien tampoco contempló éste elemento era incluso bastante pacífico, mediador y distraído para tal asunto. Es Poirot quien abre las puertas a la siguiente etapa.

En el año 1939 se publica “El Sueño Eterno” por Raymond Chandler, quien daría inicio a la Novela Negra. Su detective Philip Marlowe, “El siete y el trece juntos, Marlowe tiene siete letras y Philip Marlowe trece, me pareció curioso” (Extracto de La Hermana Pequeña de Raymond Chandler), es el clásico detective solitario, tipo duro al blanco y negro con jazz en saxofón al fondo, agresivo, fuerte y audaz, investiga y resuelve los problemas con métodos particularmente más violentos. Los cuentos del señor Chandler forman parte del inicio de la novela negra y se le considera al mismo como creador del género. Acá se establece el precedente de algo nuevo que dará lugar a colecciones en editoriales y nuevas oportunidades para introducir lectores a la perspectiva más violenta de la naturaleza humana.

Éste es, en resumen, la evolución de un género que ha fascinado y sigue encantando a muchos lectores que disfrutan de las particularidades tan peculiares que caben en la mente y plumas de grandes escritores. Muchos crímenes a resolver, muchos libros para leer.